AVISO:

en las dos últimas semanas, he roto todas las marcas en problemas técnicos con mi computadora. Primero, se quemó la fuente de poder y hubo que reemplazarla. Luego, comenzó una serie de apagones eléctricos en el sector donde vivo, ocasionados por fallas en el transformador zonal. Uno de tales apagones, producido justo cuando me hallaba conectado a la red, redujo el módem a un estado catatónico del que regresó. Posteriormente, se determinó que el módem estaba bien pero que era la línea telefónica la que presentaba problemas. Aún esperamos, mi esposa y yo, por el técnico que debe revisar nuestra línea tanto externa como internamente para determinar dónde se encuentra la falla y subsanarla.

En este lapso de dos para tres semanas, obviamente, no he podido elaborar este blog, así como tampoco los blogs hermanos PROSOEMA, PLANETA NARRATIVO y HOJAS DE LLUVIA. El último número del primero de ellos lo hice desde otra ciudad en la cual me encontraba para dictar una conferencia y esta nota la he redactado en un cibercafé donde campea una especie de caravana de reggaetones, a un volumen que requiere de técnicas de meditación zen para hilvanar con coherencia cada frase.

No había querido ofrecer excusas por interrumpir la periodicidad de CARAVASAR, debido a lo inverosímil de los trastornos sufridos por mi computadora en las últimas dos semanas, pero como el blog va en vías de no salir por tercera semana consecutiva, prefiero dar la cara y contar lo que está ocurriendo. Son muchas las personas que se comprometen con un público lector y luego no le cumplen y no quiero parecer que soy de esa calaña. Tal vez soy peor, pero no igual.

Así que, si la compañía telefónica se digna enviarnos el técnico de aquí a lo que resta de semana, el próximo viernes reaparecerá este espacio literario y, de ser posible, los espacios hermanos. Si no, ello ocurrirá cuando sea posible, en cuyo caso lo notificaré también por esta vía.

Gracias por su comprensión y, por favor, acepte mis disculpas.

Armando José Sequera.